FlashForward

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Un día cualquiera, la tierra sufre un hecho completamente inesperado: la población de todo el mundo pierde el conocimiento durante un tiempo exacto de dos minutos y 17 segundos, provocando grandes catástrofes y confusión. Durante ese pequeño periodo de tiempo, todo el mundo tiene una visión: su propia vida dentro de seis meses. El agente del FBI Mark Benford ha podido ver un tablón con todos los puntos clave de su investigación y se dispone a atar hilos para intentar esclarecer lo ocurrido. Para hacerlo crearán "Mosaic Collective", un programa online que servirá para que la gente pueda informar de sus visiones y seguir conectando los hechos. Lo sospechoso llegará cuando se descubra que hubo algunas pocas personas que no llegaron a perder el conocimiento.

Lanzada por la ABC en septiembre de 2009 como "la sucesora de Lost", FlashForward se convirtió en uno de los mayores fiascos televisivos de los últimos años: con una gran promoción y una idea muy original como argumento principal, la serie no consiguió conquistar finalmente a los telespectadore y terminó siendo cancelada tan solo unos meses después, en mayo de 2010, y tras 22 episodios.

Si su primer episodio consiguió cifras de récord (más de 12 millones de espectadores en Estados Unidos y un 14,3 % de cuota de pantalla en España en su estreno en Cuatro), la media de los siguientes episodios fue, en tierras norteamericanas, de poco más de seis millones de espectadores. Basada en la novela de título homónimo del escritor Robert J. Sawyer, la serie sufrió un parón tras su décimo episodio, mientras la cadena sopesaba su continuidad. Finalmente, llegaron a emitirse doce episodios más antes de ser definitivamente cancelada.

A pesar de recibir, en principio, buena aceptación por parte de la crítica especializada, muchos criticaron que la idea general no estaba bien desarrollada al ponerla sobre el guión, y que la serie perdía credibilidad con su tratamiento estético y el hecho de que incorporara a veces elementos más típicos del culebrón. Uno de sus argumentos de peso fue, sin embargo, la interpretación de su protagonista, un Joseph Fiennes conocido por su papel en la oscarizada Shakespeare in Love (1998).